Inicio y fin.

     Todas las cosas funcionan del mismo modo: todo lo que empieza acaba, todo lo que sube baja, y todo lo que nace muere. El problema que tenemos es que mientras estamos en ello, en el espacio que existe entre estos dos puntos de principio y fin, tendemos a creer que no es así. Queremos atrapar el tiempo que se nos escapa como arena entre los dedos, queremos conservar la vida sin siquiera pensar en la muerte.
     Por eso me dolió que esto terminase, que de repente ya no fuese lo mismo. Se veía venir, pero yo no quería verlo: las cada vez más escuetas respuestas, las conversaciones vacías, los abrazos débiles. Era obvio, yo lo sabía, y lo estuve pensando, pero me lo negué a mi misma por una suerte de esperanza, que no fue más que el instinto de evitar el dolor. 
     No puedo reprocharte absolutamente nada, porque si esto llegó acá fue probablemente mi culpa. Yo jugué contigo y no debí hacerlo, y cuando dejé de jugar y empecé a amarte, era demasiado tarde. Ahora no me queda más que asumirlo, sonreír un poco y decir que estoy bien, que no me importa, que yo no te quería. Lo cierto es que sí te quiero, y lo sabes, y me sonrío pensando en que eso tenga alguna importancia. Tú también me querías, pero supongo que las cosas cambian. Y me lo merezco, así que no pondré en duda tus motivos para alejarte de mí. 
     Aun me debes un par de cosas, un nocturno, un poema, una sorpresa que nunca me dijiste cuál sería, pero ya no importa, supongo que eso no tiene mayor vigencia. 
     Así de rápido como esto nació, así de rápido murió.
     Te amo, pero eso terminará, como todas las cosas.

22:12 
"Todo lo que nace muere, pero eso no le quita lo bueno a que nazca"
Me hiciste feliz unos breves instantes, y eso es más que suficiente para no querer olvidarte. Te amo, tal vez eternamente.
contador de visitas
relojes websrelojes gratis para blog