Razón de vivir
Para decidir si sigo poniendo esta sangre en tierra,
este corazón que bate su parte, sol y tinieblas.
Para continuar caminando al sol por estos desiertos,
para recalcar que estoy viva en medio de tantos muertos
Para decidir, para continuar, para recalcar y considerar
solo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros..
Ay, fogata de amor, mi guía
razón de vivir mi vida.
Para aligerar este duro peso de nuestros días,
esta soledad que llevamos todos islas perdidas.
Para descartar esta sensación de perderlo todo,
para analizar por donde seguir y elegir el modo.
Para aligerar, para descartar, para analizar y considerar
solo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros..
Ay, fogata de amor, mi guía
razón de vivir mi vida
Para combinar lo bello y la luz sin perder distancia,
para estar con vos sin perder el ángel de la nostalgia.
Para descubrir que la vida va sin pedirnos nada
y considerar que todo es hermoso y no cuesta nada.
Para combinar, para estar con vos
para descubrir y considerar
solo me hace falta que estés aquí con tus ojos claros
Ay, fogata de amor, mi guía
razón de vivir mi vida
Tenía (entre otras muchas) esa malsana obsesión de la fortuna, por ejemplo, creía que si perdía el solitario y dejaba de jugar le daba permiso a la mala suerte para quedarse, así que jugaba noches enteras, sin ganar una sola vez, hasta que llamaba la vida, la obligación de guardar la baraja con un sentimiento de desamparo, la ansiedad que la ahorcaba hasta que podía de nuevo jugar y comprobar si la suerte había vuelto. Nunca volvía; quizá por eso.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)