Aronde de mon âme

     Mi pequeña golondrina, sobreviviste a mi arremetida de odio, tú, que eres tan frágil y tan triste...
    Te odié por haberte olvidado de mí y de todo lo que cantabas en tu vuelo, no porque me importase que tu cuerpo de ébano azulado fuese mío, sino porque perdí tu alma escueta sin saberlo.
No me gusta perder, mucho menos cuando no está en mis planes. (Las cadenas oxidadas que te ataban a mí acabaron por deshacerse).

    Vuelves como tus congéneres alados en primavera, trinando otra vez a mi cuerpo quebradizo, planeando a la recóndita y temblorosa médula de mi sentir más oscuro y deleznable. Sigo odiándote, pero me niego a perder otra vez. Te dejo libre, ¡vete! Agito las manos en ademán de desprecio para espantarte, pero tú, obstinada golondrina, me arrullas aún.
    Me aturde profundamente, vencejo de mis cielos, el hecho de que no te ahogaste en la verborrea ignominiosa que vertí desde lo hondo de mis entrañas hasta tu boca de pájaro. Píaste (me atrevería a decir que sonreíste) y en magnánimo gesto amaste otra vez mis fauces sobrecogidas, como si aquellas torvas palabras nunca hubiesen existido.

¿Sabes cuál es el problema, golondrina de mi alma? Cuando derramas la odiosa hiel, queda sólo un dulce vacío (se llama amor, dice la gente), y ahora resulta que eres mis alas color turquí y el hierro pesado que me enjaula; eres el gorjeo que me llena de dicha y que no me deja yacer en paz.

Mi corazón vuela atado a tus alas etéreas, aronde de mon âme, atado a tu sutil espinazo y sujeto a tu más leve capricho, feneciendo en el glacial índigo del firmamento. 



(¿Te amo?)



(Las golondrinas están ausentes todo el invierno, pero siempre retornan en la primavera)

Bésame con el aura tibia de tus ojos
               t  u  s    o  j  o  s
                         ventanas
                               hielos
                                 mareas

                      Apriétame entre tus brazos,
            haz que deje de extrañarte,
                        haz que te aborrezca
             haz que te odie
Muérdeme la boca con violencia
              con furia sorda
            con dolor
          con ira

Grítame cuánto me odias
        cuán patética soy
               cuán triste

dilo

"p  a  t  é  t  i  c  a"

Dilo, 
           para que pueda odiarte
  para no odiarme
                      victimizarme

        Ven y dímelo
            ven
           v  e  n 


(abrázame, tengo miedo)

contador de visitas
relojes websrelojes gratis para blog