Muestra la Quimera sus fauces siniestras
mientras agita su melena flamígera:
se desprenden chispas y zumbidos de abejas
que vuelan fugándose de la canícula.
Se mofa de la muerte el cuervo festivo
más de esta se sustenta:
carcome los huesos con sosiego
hasta roer la médula y tragarla.
Nefastos conciliábulos de nereidas opacas
azotan con su rumor el oscuro piélago
los peces se inquietan en sus olas
suena, a lo lejos, un barco.
Voces en la oscuridad.